¿Vives o existes?

“Vivir es lo más raro del mundo, la mayoría de la gente no hace más que existir” (Oscar Wilde)

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La semana pasada estuve en un evento anual de cine que se organiza en Malta llamado el «Valletta Film Festival», el cual proyecta películas independientes de diferentes países del mundo, en sus idiomas nativos pero con subtítulos en inglés. Entre tanta oferta, escogimos un film llamado Pikadero, originario de País Vasco, en España. En un principio la película se me hizo eterna, de planos largos, conversaciones monótonas y personajes un poco planos- de ese tipo de películas que te fuerzas a ver aunque estás deseando que se acabe desde el mismo momento en el que empieza- al igual que con los libros, si una película no me atrapa desde el principio se me hace difícil terminarla de ver o leer. Todo iba así, aburrimiento y ganas de irme a casa, tratando de soportar una película que veía sin ton ni son, hasta que al final entendí que esta historia-  camuflada en planos largos-escondía un mensaje que todos los seres humanos deberíamos escuchar en los momentos en que nuestras vidas quedan atascadas y parece que no avanzan ni para adelante ni para atrás: “Algunas personas viven y otras sólo existen».

La película básicamente tocaba el tema de una pareja de jóvenes vascos que no encontraban el pikadero perfecto para hacer el amor. (pikadero en España es un sitio para follar). Ella desde un principio se mostraba más intrépida, sin miedos, libres. Quería viajar a Esocia para perfeccionar su inglés, así le tocara trabajar de camarera durante los primeros meses de su estadía. En definitiva, ella era independiente y muy astuta. Él, algo diferente, un poco soso y misterioso. Un joven sin grandes ambiciones que sólo esperaba seguir los pasos de papá y tener una vida “normal”, su trabajito en el taller en donde estaba haciendo las prácticas profesionales, hijos antes de los 30, y claro una esposa, su casa y estabilidad . Ambos mostraron desde el inicio sus carácteres y formas de ser. Tanto así que en casi dos horas de película nunca llegaron al famoso momento de hacer el amor. Él quería encontrar el momento perfecto, que nunca encontraba, y ella lo único que quería era una noche loca, en donde dos jóvenes deseosos se dejaran llevar por la pasión.

Después de dos horas viendo los ires y venires, los afanes e infortunios de un par de chicos que querían hacer algo tan sencillo y común como follar, entendí que ésta era precisamente la metáfora que escondía el verdadero argumento de la película. Esa lucha entre la libertad con la que algunas personas asumen la vida vs. el miedo a lo desconocido por los que otros simplemente dejan de vivir y arriesgar y empiezan simplemente a “existir”. Ya saben, unos se atreven a vivir la vida y otros simplemente se dejan vivir por ella.

Me quedé pensando, y llegué a la conclusión que muchas veces somos así. Dejamos de vivir el momento, así queramos hacerlo, porque siempre estamos buscando el momento perfecto. El momento perfecto para viajar, el momento perfecto para empezar a trabajar, el momento perfecto para soltar las amarras e ir tras la pasión, el momento perfecto para cambiar de vida, el momento perfecto para ser feliz. En defintiva, «el momento perfecto», y ése rara vez llega, y nos quedamos sólo con el qué hubiese pasado si…

Me sentí identificada porque desde hace unos años mi corazón late fuerte cada vez que pienso en nuevas aventuras, cada vez que planeo un nuevo punto de partida, y cuando salgo de los límites establecidos por la sociedad. En general, cuando rompo esos limitantes  con los que muchos me etiquetaban y con los que existía antes de empezar a vivir.

Y tú, ¿Vives o existes?

Aquí puedes ver el Trailer de la película por si te la quieres ver.